Amor Propio
El amor propio es la
aceptación, el respeto, las percepciones, el valor, los pensamientos positivos
y consideraciones que tenemos hacia nosotros mismos. Depende de nuestra voluntad para querernos, no de
quienes están a nuestro alrededor ni de las situaciones o contextos en los
cuales no desenvolvemos.
Es una pasión que se refleja desde cómo es la relación y los sentimientos que
tenemos por nosotros mismos, hacia nuestro físico, personalidad, carácter,
actitudes y comportamientos.
El amor propio es ese
músculo que todos deberíamos ejercitar a la perfección y en cada momento.
Aunque es más que una acción, es un estado mental y emocional, ese en el que nos sentirnos bien con nosotros mismos. En
este sentido, el amor propio es importante para vivir bien, Influye en la forma
en que nos relacionamos con los demás, en la imagen que proyectamos en el
trabajo y en el modo en que hacemos frente a
cada unas de las situaciones que se nos presentan en el día a días problemas.
El amor propio es por
así decirlo, un estado de aprecio que va
surgiendo a medida que hacemos cosas por nosotros mismos. A medida que
invertimos en nuestro desarrollo psicológico, emocional y espiritual. Es una
dimensión dinámica que nos permite madurar en fortalezas y calidad
de vida.
Cuando las personas
reconocen el amor apropio, es porque se ha alcanzado un equilibrio entre el
estado anímico y nuestra autoestima.
Ese equilibrio se
proyecta al exterior como un sentimiento de bienestar que se expresa de
diversas maneras y se disfruta.
En general, se dice que
antes de amar a otra persona primero
debemos amarnos a nosotros mismo para así saber valorarnos, reconocer que
merecemos cosas buenas y bonitas a lo largo de la vida y que somos dignos de
amar y ser amados.
La felicidad es la meta
principal del amor propio, ser feliz y aceptarnos como somos sin dejar que
personas que sean externas y ajenas a nuestra familia y círculo de seres
queridos intervengan.
Las personas que
sienten amor propio se caracterizan por ser amigables, respetuosas, amorosas, independientes,
se preocupan por su crecimiento personal, su estado de salud, su formación y
dar lo mejor de sí mismo.
Las personas que tienen
más amor propio tienden a saber lo que piensan, sienten y desean, son
conscientes de lo que son y lo ponen en práctica y no actúan en función de lo
que otros quieren para ellos.
Amar no significa
cumplir con los deseos del otro, sino facilitarle lo que necesita. El amor
hacia uno mismo funciona bajo el mismo principio. Si te centras en lo que
necesitas te mantendrás apartado de los patrones de comportamiento automáticos
que son poco saludables, esos que te dan problemas o que te mantienen anclado
en el pasado.
Una manera de aumentar
el amor propio es cuidar más de tus necesidades básicas. Las personas que se
aman a sí mismas se alimentan diariamente a través de actividades saludables,
lo que incluye una buena alimentación, ejercicio, buen sueño, intimidad e
interacciones sociales saludables.
Dedicarte el tiempo que
mereces, no tengas miedo de priorizarte, porque el amor propio no es egoísmo,
es un ejercicio de salud para el propio equilibrio físico, mental y emocional.
Establece límites, porque cuando una persona se ama a sí misma tiene valor
para establecer límites y para decir «no»
a todo lo que le afecta física, emocional o espiritualmente. Esta es sin duda
una de nuestras cuentas pendientes, esa práctica que tanto nos cuesta pero que
a fin de cuentas tan necesaria es para nuestro bienestar; practícala sin
temores ni reparos. Los límites nos ayudan a mejorar la calidad de nuestras
relaciones y en definitiva a aumentar el amor propio.
Protégete de las
personas tóxicas porque cuando nos amamos así mismo debemos protegernos y no pierde el tiempo con aquellas que
intentan envenenar su espíritu. Lo creas o no, a tu alrededor puede descubrir
más de un perfil de estas características. Aprende por tanto a manejarlos con
efectividad, puesto que no se trata solo de huir o poner distancia sino de
conocer quienes nos rodean.
Amor propio es también
saber desenvolvernos ante las situaciones más complejas sabiendo imponer nuestros
derechos y necesidades, los seres humanos podemos ser muy duros con nosotros
mismos. Ahora bien, ser responsables de
nuestras acciones no implica que tengamos que castigarnos por ellas
eternamente. Las personas que se aman a sí mismas aprenden de sus errores,
aceptan su humanidad y se perdonan.
Vive con intención para
aceptarte y amarte más, siendo consciente de lo que sucede en tu vida, es bueno
que tengas al menos un propósito. Si tu intención es vivir una vida
significativa y saludable, debes tomar las decisiones que apoyan esta
intención. Esto te permitirá estar bien contigo mismo cuando tengas éxito en el
objetivo que te propones así descubrirás
que puedes quererte mucho más si ves cómo logras lo que te propusiste hacer, es
necesario establecer tus intenciones de vida.
No se puede amar a otro
más de lo que uno se ama a sí mismo, por lo tanto, es necesario aprender a
amarse para poder ofrecer amor, un amor más auténtico y significativo a quienes
nos rodean.
Recuerda
que si no te amas tú, no puedes querer ni amar a nadie…
Julissa Gómez,
M.A
Psicóloga
🙂🙂🙂🙂🙂 Muy bien
ResponderEliminarGRACIAS A SU ORDEN SIEMPRE
EliminarExcelente, Felicidades...
ResponderEliminarGRACIAS SIEMPRE A LA ORDEN
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